Recientemente,
Société Générale, el tercer banco de la zona Euro por beneficios y la séptima
mayor empresa por capitalización – lo cual ofrece cierta garantía -, publicaba
un interesante estudio con las previsiones de crecimiento de las principales
economías mundiales desde ahora hasta el año 2050.
El
estudio no se limita únicamente a la evolución de la riqueza, sino a determinar
las principales claves de unas perspectivas no muy halagüeñas para la zona
Euro, y en particular para España, siendo determinantes el envejecimiento de la
población y la disminución de las tasas de natalidad.
Pero
hablemos directamente de las conclusiones: Según S.G., a partir de 2030 la población
en Europa disminuirá significativamente y la riqueza, ya en descenso, caerá en
picado hasta 2050. España será el país más perjudicado. Por contra, Norteamérica y Asia habrán crecido para
esas fechas.
Según
prevén los analistas, esta tendencia tendría repercusiones de forma muy directa
sobre la riqueza en España, que podría reducirse hasta un 23 por ciento en los próximos
cuarenta años a causa del envejecimiento demográfico.
El
envejecimiento de la población afectará principalmente a la ‘vieja’ Europa. En
2050 los europeos mayores de 65 años representarán casi el
30 por ciento de su población.
Las
consecuencias que el incremento y envejecimiento de la población producirán
sobre el crecimiento económico de los diferentes continentes variarán
sustancialmente.
Así,
mientras Estados Unidos y Asia crecerán a un ritmo normal, gracias a una tasa de fertilidad y un fenómeno
migratorio estables, la principal perjudicada será Europa, debido a sus bajos índices de natalidad.
Como
se puede ver en los diagramas comparativos, Europa pasará de representar un 33 por
ciento del PIB mundial a un 21 por ciento, mientras que Estados Unidos crecerá
del 30 al 34 por ciento, y Asia lo hará del 28 al 36 por ciento.
Al
mismo tiempo, dentro del contexto europeo España
será el país que saldrá más perjudicado,
y siempre según sus previsiones, “el coste económico de aquí al 2050 para la
economía española implica una pérdida potencial de la renta per cápita del
23 por ciento”.
Parecer
por tanto estar muy claro, que, si el pastel es el mismo y unos tienen menos
porción, otros van a salir ganando.
¿Y
cómo puede afectar esto a la empresa exportadora española? Pues yo sólo
encuentro una interpretación, y es que los mercados en el corto y medio plazo
no van a ser tanto los más próximos, sino aquellos con mayor crecimiento – los emergentes
– que como el propio estudio nos dice, se concentran sobre todo en el sudeste
asiático, y la primera potencia mundial –EEUU- que no piensa ceder el testigo
tan fácilmente.
¡ HABRÁ QUE ESTAR PREPARADOS POR TANTO PARA ESTE NUEVO
RETO!
Fernando González
www.avantiasolutions.com
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