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viernes, 26 de abril de 2013

EL MUNDO EN 2050.


Recientemente, Société Générale, el tercer banco de la zona Euro por beneficios y la séptima mayor empresa por capitalización – lo cual ofrece cierta garantía -, publicaba un interesante estudio con las previsiones de crecimiento de las principales economías mundiales desde ahora hasta el año 2050.

El estudio no se limita únicamente a la evolución de la riqueza, sino a determinar las principales claves de unas perspectivas no muy halagüeñas para la zona Euro, y en particular para España, siendo determinantes el envejecimiento de la población y la disminución de las tasas de natalidad.

Pero hablemos directamente de las conclusiones: Según S.G., a partir de 2030 la población en Europa disminuirá significativamente y la riqueza, ya en descenso, caerá en picado hasta 2050. España será el país más perjudicado. Por contra, Norteamérica y Asia habrán crecido para esas fechas.

Según prevén los analistas, esta tendencia tendría repercusiones de forma muy directa sobre la riqueza en España, que podría reducirse hasta un 23 por ciento en los próximos cuarenta años a causa del envejecimiento demográfico.



El envejecimiento de la población afectará principalmente a la ‘vieja’ Europa. En 2050 los europeos mayores de 65 años representarán casi el 30 por ciento de su población.

Las consecuencias que el incremento y envejecimiento de la población producirán sobre el crecimiento económico de los diferentes continentes variarán sustancialmente.

Así, mientras Estados Unidos y Asia crecerán a un ritmo normal, gracias a una tasa de fertilidad y un fenómeno migratorio estables, la principal perjudicada será Europa, debido a sus bajos índices de natalidad.


Como se puede ver en los diagramas comparativos, Europa pasará de representar un 33 por ciento del PIB mundial a un 21 por ciento, mientras que Estados Unidos crecerá del 30 al 34 por ciento, y Asia lo hará del 28 al 36 por ciento.


Al mismo tiempo, dentro del contexto europeo España será el país que saldrá más perjudicado, y siempre según sus previsiones, “el coste económico de aquí al 2050 para la economía española implica una pérdida potencial de la renta per cápita del 23 por ciento”.

Parecer por tanto estar muy claro, que, si el pastel es el mismo y unos tienen menos porción, otros van a salir ganando.

¿Y cómo puede afectar esto a la empresa exportadora española? Pues yo sólo encuentro una interpretación, y es que los mercados en el corto y medio plazo no van a ser tanto los más próximos, sino aquellos con mayor crecimiento – los emergentes – que como el propio estudio nos dice, se concentran sobre todo en el sudeste asiático, y la primera potencia mundial –EEUU- que no piensa ceder el testigo tan fácilmente.

¡ HABRÁ QUE ESTAR PREPARADOS POR TANTO PARA ESTE NUEVO RETO!

Fernando González
www.avantiasolutions.com

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