Si China tenía un problema en su urgencia por limitar el número de coches de sus carreteras para solventar la acusada contaminación ambiental, pronto podría ser aún mayor: las autoridades locales prevén que en alrededor de una década el país cuente con ¡1.000 millones de conductores!
Así lo asegura Shi Jianhua, secretario general adjunto de la Asociación de Fabricantes de Automóviles respaldada por el estado chino. Según sus cálculos, el número de licencias de conducir podrían elevarse hasta unos mil millones, frente a los 280 millones que había en vigor el año pasado, según el Ministerio de Seguridad Pública.
Si bien es verdad que tener carné de conducir no equivale necesariamente a poseer un coche, semejante dato sirve a las autoridades chinas para tener presente la magnitud del reto a que se enfrentan a la hora de combatir la alta contaminación atmosférica y los acuciantes problemas de tráfico que afectan especialmente a las mayores ciudades del país.
Las grandes urbes de China llevan ya algunos años imponiendo restricciones y cuotas a la adquisición de vehículos nuevos, así como fomentando la compra de automóviles de bajas emisiones como los eléctricos restricciones y cuotas a la adquisición de vehículos nuevos, así como fomentando la compra de automóviles de bajas emisiones como los eléctricos, levantando ampollas entre la masa de usuarios, con un creciente poder adquisitivo, ávidos muchos de ellos de conducir su propio coche. Si el número de potenciales conductores sigue creciendo
Además, existe una preocupación por que las actuales infraestructuras no sean capaces de absorber toda la demanda potencial: China sólo tendría, según explica Shi, carreteras suficientes para dar cabida a un máximo de 300 millones de vehículos; de momento, a 2013, contaban aún sólo con 127 millones.
Fuente: El Economista Digital
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