Estimados lectores:
Me gustaría compartir con vosotros el siguiente informe de McKinsey & Company sobre las medidas que se deberían adoptar en España para salir la crisis y que coincide con los últimos artículos que venimos publicando:
España necesita crecer. Un crecimiento sostenido es la única vía para que España pueda acabar con el lastre social y económico que es el desempleo crónico de nuestra economía.
Al mismo tiempo el crecimiento permite aumentar los ingresos del Estado y reducir el gasto como porcentaje del PIB, dando credibilidad al importante esfuerzo de consolidación fiscal que tenemos por delante. En este estudio miramos hacia el futuro y tratamos de identificar las mejores oportunidades de crecimiento para España. En particular, tratamos de responder a dos pregunta claves: ¿Por qué motores de crecimiento deberá apostar España para retomar una senda de crecimiento estable? y ¿Qué palancas clave se deben impulsar para acelerar la captura de estas oportunidades?
Al último ciclo de crecimiento de España, para ser sostenible, le ha faltado el cimiento fundamental de la productividad. En efecto nuestros aumentos de productividad y por lo tanto de competitividad fueron claramente insuficientes con respecto a Europa y USA. En consecuencia, España necesita un nuevo modelo de crecimiento basado en un ciclo virtuoso de productividad, competitividad y, por ende, de una mayor capacidad para captar demanda externa y generar una demanda interna sostenible, y no basada en endeudamiento creciente. Nuestro análisis sectorial nos conduce al resultado que España puede crear hasta 3 millones de empleos sostenibles si se toman las medidas adecuadas. Para ello destacamos dos “motores de crecimiento”:
1) Los Bienes Exportables y el Turismo. Estos dos grupos de sectores, aún no siendo los motores de crecimiento principales desde el punto de vista del empleo, sí pueden erigirse como “motores de arranque” ya que dependen de la demanda externa. Además estos sectores también juegan un papel fundamental en restablecer el equilibrio externo del país. Nuestra estimación es que el potencial de creación de empleo máximo en estos dos sectores es de 0,6 millones. La clave para ello es que España sea capaz de mantener una cuota de exportaciones saludable, orientándose en mayor medida a las nuevas fuentes de demanda global. Las palancas fundamentales para acelerar el crecimiento aquí serían el desarrollo de un plan agresivo de diplomacia económica y, con efecto más a medio plazo, un conjunto de políticas destinadas a promover la diferenciación/ innovación, la competitividad en costes (incluyendo palancas laborales) y la consolidación / colaboración entre empresas.
2) Los Servicios: los sectores que tienen mayor potencial de empleo – los verdaderos motores de crecimiento de España a medio plazo – son, de forma tal vez algo sorprendente, los sectores de Servicios , es decir los Servicios Locales (p.ej. distribución minorista y mayorista de todo tipo de bienes y servicios) pero sobre todo los Servicios Empresariales. Estos engloban Ingenierías, Tecnologías de la Información, Servicios Jurídicos, Publicidad, Servicios de Internet, etc. España ha creado mucho menos empleo que el resto de Europa y que USA en estas actividades. A nivel ilustrativo, mientras que en Europa estos servicios han supuesto más del 15% del empleo creado entre 1995 y 2005, en España su aportación ha sido inferior al 5%. Nuestras estimaciones indican que si España logra acercarse a los niveles de productividad y empleo de países mas avanzados en este tipo de actividades puede crear hasta 2,5 millones de empleos sostenibles. Crear empleo de calidad en estos sectores no sólo tiene efectos directos, sino que podría servir para mejorar la productividad de las empresas en otras partes de nuestra economía. Para acelerar esta creación de empleo es necesario hacer que la regulación fomente la competencia e incremente el dinamismo del sector; favorecer la eficiencia de estos mercados con la creación de certificaciones abiertas que permitan diferenciar a los proveedores de calidad; y (esto es lo más importante) invertir en capital humano “profesional” (en gran parte, Formación Profesional) para tener técnicos en todas las áreas de futuro donde exista exceso de demanda. Más allá de estos sectores, destacamos también otros que a pesar de su potencial de crecimiento limitado, es también importante abordar con políticas sectoriales específicas.
3) Infraestructura (transportes, telecomunicaciones, energía, etc.), donde España parte de una buena posición pero donde debería asegurarse que la regulación sectorial contribuye a la productividad y competitividad de los sectores de crecimiento.
4) Construcción, donde los principales retos son acelerar la reestructuración del sector y gestionar de forma muy proactiva los efectos de esta reestructuración sobre el mercado de trabajo (mediante mejores políticas activas de empleo) y sobre el sector financiero (mediante la aceleración del reconocimiento de pérdidas, el ajuste del mercado inmobiliario y la recapitalización y reestructuración del sector financiero).
A partir de este análisis de las necesidades de cada sector es posible organizar 7 grandes “temas” alrededor de los cuales estructurar un cambio radical de políticas para potenciar el crecimiento sostenible.
A. Apoyar a las empresas en su orientación al exterior, y en particular a las nuevas fuentes de crecimiento que representa por ejemplo, el mercado asiático.
B. Fomentar la creación de empresas con mayor tamaño. La productividad de las empresas españolas en cada tamaño es similar a la Europea, pero España tiene muchas más empresas pequeñas, que tienen además menor productividad que sus “equivalentes” europeas.
C. Hacer una reforma laboral en profundidad que simplifique, elimine dualidad, y descentralice sustancialmente la negociación colectiva. Esto facilitará la inversión en actividades de mayor valor añadido y la creación de empleo de calidad y permitirá que los salarios y condiciones laborales se ajusten a la realidad económica de cada empresa.
D. Garantizar la disponibilidad y/o acceso a un adecuado capital humano a todos los niveles. Es necesario en particular incrementar drásticamente la formación profesional y reformar en profundidad las políticas activas.
E. Simplificar radicalmente la regulación para facilitar la actividad empresarial, y la entrada y salida de nuevos competidores al/ del mercado. España ocupa, de acuerdo con el World Bank, el lugar 147 de 183 países del mundo donde es más complicado empezar un negocio.
F. Mejorar la actividad innovadora, en particular en aquellos sub-sectores donde esta sea la clave de competitividad y crecimiento (parte de los bienes exportables y de los servicios empresariales).
G. Promover la disponibilidad de capital para la iniciativa empresarial, en particular a través de la liberación de capital dedicado actualmente al sector inmobiliario Finalmente, como describimos en el capítulo final de nuestro estudio, hemos analizado programas amplios de reforma y crecimiento en otros países que han sido ejecutados con éxito. Creemos que estos programas muestran que hay tres elementos clave de éxito para poner en marcha un programa como el que proponemos: (i) la movilización conjunta de la iniciativa privada y de la Administración en la definición de la aspiración y de las prioridades a acometer y su integración en un proyecto que represente ilusión para el conjunto de la sociedad; (ii) la creación de un programa integrado y consensuado de cambio, con iniciativas claras, responsables para su ejecución y un calendario detallado; y (iii) el seguimiento riguroso de la ejecución de dicho programa, en particular en base a métricas claras y objetivas.
En definitiva: visión, liderazgo, rigor. España está en una situación crítica pero el crecimiento es posible. Hay cosas que pueden y deben cambiar de forma inmediata para así construir los cimientos necesarios para dicho crecimiento. Confiamos en que nuestro estudio contribuya a empujar el éxito de estos esfuerzos de reforma.
Para aquellos que deseen leer el informe completo:
Fernando González
www.avantiasolutions.com