Esta semana recibí la llamada de una amiga preocupada por el futuro de su hermano que trabaja en un despacho de arquitectos en España. De hecho, si la crisis económica ha afectado a algunos sectores de forma más intensa, el de la construcción se encuentra, sin duda, en la primera posición de la lista. El sector se encuentra totalmente paralizado desde finales del 2008 y son muy pocos los nuevos proyectos que se llevan a cabo, debido en gran parte a la falta de financiación y, por supuesto, a la congelación del consumo.
Durante esa conversación hablamos de las dificultades de seguir trabajando en ese sector en España, pero concidíamos en la cantidad de oportunidades que están surgiendo en otros países.
Son ya muchas las constructoras y despachos de arquitectos que han salido fuera. Países del Este de Europa (como Rumanía o Hungría), del Norte de Africa (Argelia o Marruecos), o incluso de Sudamérica (Brasil entre otros) necesitan reforzar sus infraestructuras y desarrollan un gran número de proyectos residenciales o turísticos.
Pero tampoco conviene dejar de lado los países árabes de Medio Oriente. Si en los últimos años la construcción en Emiratos como Dubai o Qatar ha crecido como la espuma, sustentados en parte por una mano de obra barata procedente de India o Nepal y por el asentamiento de grandes multinacionales del sector, ahora aparecen nuevas oportunidades en Arabia Saudí.
No en vano, el siguiente artículo de la Oficina Comercial de España en Riad, ofrece una serie de datos muy interesantes sobre la evolución del sector ren los próximos años. Nunca el dicho de que “cuando una puerta se cierra otras se abren” ha sido tan cierto. Si el entorno cambia, sólo queda adaptarse a él:
El Reino de Arabia Saudí cuenta con cinco millones de viviendas. Sin embargo, las estimaciones para 2012 apuntan a la necesidad de construir dos millones de nuevas residencias para alojar a la población local, iniciativa que podría hacer necesaria una inversión de 80.000 millones de riales (15.350 millones de euros).
En los últimos años, la inflación en el sector ronda tasas anuales del 10%, frente al 5,4% que presenta la economía nacional. Esta circunstancia está propiciada, fundamentalmente, por una creciente demanda inmobiliaria no satisfecha por la oferta local. Además, la compra de residencias por parte de la población expatriada que trabaja en el país está empezando a repuntar, con altas tasas de crecimiento.
Sin embargo, en Arabia existen importantes restricciones de crédito (factor clave para la compra de viviendas), por lo que el mercado del alquiler tiene una gran importancia al representar la solución para un segmento de población que no puede acceder a un préstamo hipotecario.
Fernando González
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